El camino a Santiago ya no es un sueño, comenzamos la primera etapa

Viernes, 3/9/2021 – Primera etapa: Pamplona-Logroño

Distancia: 101,39   Tiempo: 7:08:44

Y llegó el gran día de comenzar nuestro reto en bici del Camino a Santiago.

Espero que sea una experiencia inolvidable, como lo es para todas esas personas que vienen de muchas partes del mundo por diferentes motivos, ya sean espirituales, culturales, de convivencia o el objetivo que cada uno tenga en su mente.

En concreto, hay muchos peregrinos que se deciden por el Camino Francés, el mismo que hemos elegido nosotros para nuestros pedales.

Dicen que, con sus más de 700 kilómetros, es el más transitado por su historia, paisaje, cultura, gastronomía y la experiencia del propio camino.

Por este motivo, nuestra primera etapa comienza en Pamplona o Utreia, capital de Navarra.

Nos propusimos salir temprano, a pesar de lo tarde que nos acostamos, así que a las 7:15h ya comenzamos a preparar el café, maillots y bicicletas para nuestra primera etapa.

Circunstancias de esta primera etapa

Afortunadamente, nuestros ánimos ayudaron a superar los incidentes del camino, nos encontramos con una carretera movidita y el desnivel en altura resultó ser el doble de lo planificado, lo que hizo verme apurado.

Eso sí, tuve muy pocos calambres en las piernas, a pesar del esfuerzo.

En algunos tramos y, debido a la forma que están marcadas las pistas, hizo que subiéramos una pasada y, al bajar de nuevo, nos encontrábamos con la misma pista donde la habíamos iniciado, lo que nos provocaba hacer 2 o 3 kilómetros más de subida.

Sentí una gran sensación de alivio cuando nos perdimos por el desvío y luego encontramos de nuevo la gente en el camino, estuvimos unos 10 kilómetros dando vueltas por Pamplona.

Hasta el tono de voz me cambió, hice un caballito con la bici, sólo quería encontrar el camino de nuevo.

Todo se debió a que los caminos se bifurcaban y, al seguir las flechas, nos dimos cuenta de que estaban señalizados para los peregrinos de a pie, no tanto para bicis.

También hay que decir que, aunque dura, esa zona interior de monte era muy bonita.

Entendemos que, lógicamente es trazado para pasar por los pueblos y no sólo verlos, sino tener donde comer y descansar.

De hecho, nos reunimos con nuestra asistencia en Uterga, en un mesón para comer un buen pincho de tortilla relleno de jamón y una cerveza con limón para cobrar algo de energía y así poder seguir.

¡Y tanto que lo conseguimos!

Al menos a mi compañero Jesús, que se la llevó puesta tras una conversación con la dueña del mesón, una señora de unos 70 años. Le dio un abrazo deseándole un buen camino y unas palabras de aliento que lo dejó emocionado.

¡Ésta es la magia del camino!

También la sentimos en los primeros kilómetros, donde conocimos a españoles, chinos, americanos y, curiosamente, una pareja de nuestra tierra (Tenerife), concretamente de La Orotava.

Nos contaron sus anécdotas y nosotros las nuestras de tal manera que, en el siguiente encuentro, nos daba alegría ver de nuevo sus caras.

Conclusiones de nuestra primera etapa

Aunque nos hubiese gustado decir lo contrario, la realidad es que fue un día duro, debido a un cúmulo de aspectos que ralentizaron la energía del primer día, que hemos analizado al llegar a Logroño para procurar no repetirlos.

  • Tenemos cansancio acumulado en el cuerpo por los vuelos y pocas horas de sueño.
  • Aunque se madrugó, se salió un poco más tarde de lo planificado, lo que hizo apurarnos más aún.
  • La alimentación de ayer y hoy ha sido escasa por los traslados y el descontrol del primer día, lo que ha hecho disminuir la energía.
  • Tanto desnivel nos hizo mella.
  • Al flaquear las fuerzas, las molestias aumentaron.
  • El descanso previo al viaje y las gestiones no permitieron entrenar a diario y el cuerpo lo nota mogollón.
  • El primer día siempre cuesta más y si es dura, aún peor.
  • Los nervios juegan una mala pasada, nos agotan y nos consumen energía.

Como todo, la moneda tiene 2 caras y nos quedamos, aparte de corregir todo lo que podamos, con lo positivo del camino.

  • El paisaje tan diverso que nos vamos encontrando a medida que avanzamos.
  • La gente con la que nos cruzamos y establecemos conversaciones.
  • La gran sensación de tranquilidad cuando volvemos a retomar el camino, después de habernos perdido y pasar por momentos duros.
  • Hemos tenido que agradecer que el día estuviera nublado para avanzar mejor.

Después de 9 meses de entreno, ya podemos dar por terminada la primera etapa.

Ahora una buena cena en condiciones y a dormir en la zona habilitada para autocaravanas del Paseo de las Norias de Logroño, localidad de donde partimos para realizar nuestra segunda etapa.

¡Ayer es pasado, a centrarnos en el presente, para crear nuestro mañana!

Comienzo de la primera etapa en bici desde Pamplona

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